Tipo: Tinto con crianza. Agricultura biodinámica
Uva: Mencía cepas viejas
Suelo: En laderas arcillosas
Viñedo: Viñedos de más de 60 años con Certificación Demeter (agricultura biodinámica)
D.O.P.: Bierzo
Bodega: Máquina y Tabla
Municipio (Provincia): Villafranca del Bierzo (León)
Vendimia: Manual en cajas de 17kg.
Elaboración y envejecimiento: Maceración de racimo entero durante 10 semanas. Crianza en fudres durante 10 meses
Temperatura de servicio: 16 - 18 ºC
Evolución en botella: Corto y medio plazo
Producción: 6.620 botellas
Observaciones: 90 puntos Parker. Conviene airear
Presentación: Botella 75 cl
Catado por Andana en Febrero de 2021Puntuación 9.1 / 10
Nota de cata: Que no te engañe su intensidad de color media/baja. Bien al contrario resulta ser un vino sabroso y con peso en boca. A destacar su lágrima marcada y su intensidad aromática que se potencia con la aireación donde predominan la frutosidad y las notas florales y minerales. En boca es amplio y persistente y en el final es amargoso y mineral. Carácter refinado y sedoso. Otro ejemplo de la riqueza y distinta personalidad de la variedad Mencía
SI QUIERES SABER MÁS…
LADERAS DE LEONILA es un vino elaborado con viñedos centenarios de Mencía patrimonio nacional, debido a su gran singularidad, situados en las laderas bercianas del río Sil, trabajados con agricultura biodinámica certificada con el sello Demeter.
De la misma bodega, Máquina y Tabla, ya seleccionamos EL OSO Y LA ALEMANA Y PÁRAMOS DE NICASIA, elaborados en la zona de Toro.
Máquina & Tabla es la bodega familiar de Oriol Illa y Susana Pastor. Oriol, enólogo inquieto e inconformista, y Susana, procedente del mundo de la comunicación y la cultura, iniciaron este nuevo proyecto desde cero en 2012 en Castilla y León. Buscaron los viñedos más antiguos y peculiares para trabajarlos siguiendo el cultivo biodinámico que permitieran elaborar vinos auténticos respetando la tierra y la naturaleza. Elaboran vinos en Bierzo, Sierra de Gredos y Toro y siguen una viticultura tradicional y no intervencionista.
Hasta empezar este proyecto Oriol Illa comenzó en el año 2001 trabajando con René Barbier y Sara Pérez en el Priorato. Al mismo tiempo trabajaba en otras bodegas como enólogo consultor y ponía en marcha otros proyectos de recuperación de variedades autóctonas en peligro de extinción.
En todas sus elaboraciones busca la máxima pureza, autenticidad y delicadeza sin perder de vista las particularidades de cada zona. Vinos honestos y auténticos de vinificación sencilla: encubados largos –en algunos casos con raspón– con extracción delicada y sin adición de sulfitos, levaduras u otros elementos.